Estrategias de intervención en el aula para
alumnos con trastornos neuromotores.
El siguiente documento es un ensayo académico centrado en las estrategias de intervención en el aula para alumnos con trastornos neuromotores. Se presenta el caso de Juan “N”, un niño de 11 años que cursa el 5.º grado de primaria y que enfrenta dificultades motrices derivadas de una hipoxia perinatal, la cual afectó su sistema nervioso central.
La introducción del ensayo define la discapacidad motriz como una alteración del aparato motor que limita la participación en actividades cotidianas, afectando tanto la motricidad gruesa como la fina. Se destaca la importancia del desarrollo motor en los ámbitos cognitivo, social y afectivo del niño, y se citan autores como Piaget y Gallahue para fundamentar la relevancia del movimiento en el desarrollo integral.
El objetivo principal del ensayo es analizar las áreas de desarrollo del alumno y su contexto, así como describir las estrategias de intervención implementadas para mejorar sus habilidades motoras. El documento también aborda el entorno familiar, escolar y social de Juan, y cómo estos influyen en su desarrollo.
Padres de Familia.
El siguiente documento presenta un proyecto comunitario educativo desarrollado en el Centro de Atención Múltiple No. 8 “Laura Méndez de Cuenca”, ubicado en San Miguel Totocuitlapilco, Metepec, Estado de México. El objetivo principal es fortalecer los vínculos entre la escuela, las familias y la comunidad, reconociendo el valor del juego simbólico como herramienta clave para el desarrollo cognitivo, social y emocional de los alumnos.
El proyecto surge ante la necesidad de involucrar a los padres y cuidadores en el proceso educativo, especialmente en contextos donde existen desafíos como la inseguridad, la pobreza, la marginación y la diversidad funcional de los estudiantes. A través de actividades lúdicas, físicas y simbólicas, se busca promover la inclusión, la empatía y la participación activa de las familias, creando un entorno de aprendizaje significativo y colaborativo.
La jornada educativa se estructura en bloques que incluyen bienvenida, muestra de trabajos, juegos físico-motores, juego simbólico y una reflexión final. Además, se realiza un diagnóstico socioeducativo detallado del contexto comunitario y familiar, así como una evaluación diagnóstica de los alumnos, lo que permite diseñar intervenciones personalizadas y estrategias pedagógicas inclusivas.
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